Gestos a evitar mientras das la clase
El artículo de hoy no sólo va dirigido a los docentes, sino también a todos aquellos profesionales que se dedican a hablar en público. En muchas ocasiones se comete el error de estar muy pendiente de lo que se comunica a través del habla, cuando lo cierto es que en la mayoría de las ocasiones se transmite más con el lenguaje no verbal.
Es por esto que quiero darte a conocer una serie de gestos que, cuando te enfrentas a un público, es conveniente que evites. ¿Para qué? Para comunicar y enseñar mejor.
1. No metas las manos en los bolsillos.
Lo que transmites a tu audiencia es básicamente una sensación de inseguridad.
2. No cruces los brazos.
Cuando una persona cruza los brazos, da a entender una impresión de superioridad o una sensación de estar a la defensiva. Sobre todo, procura no tener nunca los brazos cruzados durante un turno de preguntas. ¿Por qué? Porque cruzar los brazos puede ser interpretado como un signo de miedo, inseguridad o incomodidad.
3. No te cojas las manos entrelazándolas ni delante ni detrás del cuerpo.
Cuando pasa esto siempre genera una cierta sensación de angustia o inseguridad. También se considera como un signo de repliegue o de protección de tu intimidad. Al cruzar algún miembro de tu cuerpo, lo que haces es perder lo más importante: tu libertad de moverte y expresarte libremente.
4. No agarres la mesa con las dos manos durante un período prolongado de tiempo.
Lo que se transmite es la sensación de estar aferrado a algo, es decir, la sensación de inseguridad. ¿Qué hacer entonces? Lo mejor es ponerlas sobre la mesa, pero sin tenerla agarrada.
5. No juguetees con lo que tengas en la mano.
Por ejemplo: un puntero láser, un bolígrafo, una tiza etc. Porque se transmite un marcado nerviosismo y además se desvía la atención del público. ¿Qué hacer entonces? Lo mejor es dejarlos encima de la mesa y cogerlos sólo cuando sea necesario. La idea es que, siempre que puedas, tengas las manos libres para que refuercen tu mensaje verbal.
6. No te pases la mano por delante de la boca para hablar.
Una vez más lo que acabarás transmitiendo es tu inseguridad. Es más, también puede interpretarse como una falta de convicción en tu discurso. Algunos consideran el hecho de pasarse la mano por la boca como un gesto encubridor de una mentira.
7. No señales nunca a tu audiencia con el dedo índice.
Se puede percibir como un gesto amenazante.
¿Qué hacer entonces si quieres dirigirte al público? lo más recomendable es hacerlo con la palma de la mano extendida y mirando hacia arriba. Este gesto será visto como un signo de apertura amistosa. También estás diciendo que no tienes nada que esconder.
8. No mantengas los brazos pegados al cuerpo con las manos blandas y mirando hacia el suelo.
Lo que estás transmitiendo es falta de convicción, poca energía y falta de autoestima. ¿Qué hacer entonces? Separa los codos de los costados y separa los brazos de tu cuerpo porque así tu audiencia captará una mayor energía y un deseo intenso de comunicar.
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