Mejorando la tasa de finalización de programas formativos en línea
Han sido varios los artículos educativos que reportan que los cursos que se ofertan en línea han llegado a tener una baja tasa de finalización y que, en un índice general, suelen ser más aquellos que dan un vistazo a los cursos, que quienes los inician y finalizan. Es importante que, para resolver esta problemática, se tome un interés mayor en el trabajo de los diseñadores instruccionales y se consideren los avances en las experiencias de aprendizaje para reflexionar qué aspectos deben desarrollarse más a fondo y qué han aportado las estrategias utilizadas en la promoción e impartición de los cursos.
Ciertamente, la problemática de la baja tasa en la finalización de los cursos en línea se debe a un pendiente del diseño y la promoción, y es algo que se debe procurar constantemente hasta que cada institución logre el mejor planteamiento para ofrecer e impartir sus cursos. No basta con desarrollar materiales educativos y ofertarlos de manera virtual, pues la demanda de estos surge también de una estrategia de mercado llamativa, de alcanzar un objetivo benéfico al finalizar un curso.
Antes de continuar, pensemos en las siguientes cuestiones que un estudiante puede tener al momento de decidirse sobre los cursos en línea: ¿qué cursos me pueden aportar laboralmente?, ¿tendré tiempo para acabarlos?, ¿tendrán la calidad suficiente y estarán actualizados? Responder a estas preguntas conlleva a hacer sentir confianza e interés en la persona, además, ayuda a que sienta un compromiso en ello; para lograrlo, es importante que los contenidos de los cursos promuevan una utilidad dentro de la sociedad y que el conocimiento que se adquiera de ellos sea una herramienta de desarrollo profesional.
Para que las personas se comprometan con los cursos, una medida que se ha reflexionado en varias instituciones es que estos tengan un costo, y que el precio que se cobra por ellos realmente se vea reflejado en un beneficio para la persona. Por ello se reitera que los cursos que se oferten deben proyectar una utilidad en la trayectoria profesional de las personas, y mantenerse continuamente actualizados a las necesidades y tendencias de la sociedad.
Además de estas ideas que hemos tocado, una más que debe priorizarse es la atención que se le debe dar a los usuarios, puesto que muchos pueden pensar que tomar un curso en línea es simplemente estar solo en ese proceso. Esto puede traer como consecuencia que, algunos no sientan una verdadera formación, es por eso que el diseño y la propuesta de los materiales de aprendizaje deben estar bien guiados y tener una asesoría que haga sentir al estudiante seguro de resolver dudas o de ser evaluado competentemente.
Entonces, resolver la baja tasa de finalización de los cursos es una tarea que debe considerar por una parte el compromiso de las personas en el binomio de costo-beneficio, en la utilidad con el entorno real y actualizado, y en la atención que toda persona necesita durante un proceso formativo. Perfeccionar estos aspectos seguramente llevarán a un buen crecimiento de la tasa de interesados a los cursos en línea, y reflejará un resultado favorable al nivel de finalización de estos.